Si entedemos el Patrimonio Cultural, especialmente el construido, como un bien escaso que debe ser conservado de forma responsable y en adecuadas condiciones para el uso y disfrute de la sociedad, es necesario plantear todas las operaciones que se realicen sobre él, ya sean de investigación, gestión, de conservación, de restauración y de puesta en valor, desde la óptica del desarrollo sostenible. Por ello, hay que enlazar las propuestas sobre la recuperación y conservación de este importante legado cultural con el desarrollo económico y social sostenible de la sociedad que lo posee.